Hipocresía S.L.

Quizás uno de los mayores problemas del siglo XXI sea el de aparentar ser quien no se es, no por la inmoralidad intrínseca del concepto en sí, sino por las consecuencias que provoca. Enarbolar una bandera que no es la tuya en pos de convertirte en el héroe del momento puede otorgar una súbita fama que aumente exponencialmente en horas gracias a la difusión en las redes sociales, pero de la misma manera también puede sumirte en el ostracismo más absoluto, por una puntual pérdida de credibilidad que desmonte toda la parafernalia artificial generada alrededor del personaje.

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